Sin justicia de género no hay justicia económica

Wendy Harcourt.
En tiempos de crisis económica, parece increíble que 2.200 mujeres (y algunos hombres) se hicieran del tiempo y el dinero para viajar a Estambul y participar de un intercambio sobre género y justicia económica en el Foro 2012 de la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID, por sus siglas en inglés). La inscripción cerró una semana antes de que comenzara el evento, y la mayoría de las 800 organizaciones y personas que respondieron a la convocatoria debieron pagar por su hospedaje.
Como muchos de los que asistieron, dediqué meses preparándome para el encuentro. Con AWID, organizamos una reunión especial durante el otoño europeo para planificar el número de esta publicación. Colaboré en la organización y participé en tres de las sesiones. Las semanas previas al evento las dediqué a asegurarles a mis colegas y amistades que nos encontraríamos en Estambul para trabajar de cara al futuro, escucharnos o reunirnos en algún rincón para ponernos al día. Como muchos otros, llegué a Estambul para conocer, encontrar y renovar amistades, motivarnos y planificar el futuro. Los encuentros de AWID siempre son inclusivos, emocionantes y estimulantes. Al fin y al cabo, el secreto de su éxito reside en la convergencia de distintos procesos, más allá del evento particular. Preparar y participar en un Foro de AWID forma parte de un complejo proceso de redes que reúnen a diferentes generaciones de feministas en un espacio donde compartir y crear.
Recientemente, Development tuvo la suerte de realizar tres ediciones especiales sobre los resultados de ese encuentro, junto al cada vez más internacional y dinámico equipo de AWID. Este número está compuesto por ideas de gran profundidad. En su introducción a los principales temas del AWID Foro1, Cindy Clark y Lydia Alpízar Durán nos brindan un controvertido panorama desde el epicentro de los preparativos. Los otros artículos de la primera sección presentan los aspectos más destacados de los plenarios y las sesiones de trabajo. Con su contenido conmovedor, los artículos reflejan las nuevas formas de activismo y la urgencia ante la crisis que hoy asfixia al mundo. El desafiante y revolucionario poema de Marwa Sharafeldin, la advertencia de Gita Sen sobre la rapacidad del nuevo mundo, la sagaz crítica de Marilyn Waring al poder económico, la convocatoria de Christa Wichterich a retomar el control sobre el desarrollo, la demanda de Rhadika Balakrishnan por una educación popular, y las advertencias sobre el uso ilegítimo de la cultura de Yakin Ertürk, componen un nuevo dinamismo y activismo de las mujeres frente a las desigualdades económicas y sociales. Jayati Ghosh completa la sección y señala que ya es hora de que las feministas ingresen con más fuerza en la discusión de las alternativas y definan un modelo para que las instituciones económicas y políticas aseguren una perspectiva de género de la economía y la sociedad.
La sección Temática impulsa aún más los métodos para promover este compromiso con una serie de artículos que establecen las razones estructurales de las injusticias económicas que impiden la vida de las mujeres. Las economistas feministas, la mayoría de las cuales habló en el Foro de AWID, se instalan en el centro de los procesos económicos con una lectura de género sobre la financiación de nuestras vidas, el impacto de las políticas neoliberales económicas sobre el empleo de las mujeres, las políticas de protección social, los impuestos, el equilibrio de la vida familiar, la financiación de los derechos de las mujeres, el medio ambiente, el bienestar y el sustento
La sección Diálogo describe una visión de cambio desde un enfoque feminista y alternativo al modelo de desarrollo económico dominante. Sus tres artículos describen el compromiso de AWID en busca de alternativas junto a diversas redes de mujeres, la construcción en torno al concepto andino de “Buen Vivir” por feministas de América Latina y otras regiones, y por último, las perspectivas post-desarrollistas para África (anticipando el número 55.4 de Development).
La sección Encuentros locales/globales desa-rrolla los modos en que las feministas se oponen a los procesos económicos injustos, en el campo político. Los artículos destacan las luchas económicas y sociales de las mujeres en el contexto regional y nacional. Tanto cuando se refieren al movimiento que ocupó las calles de los EE.UU. o las plazas árabes, a la protesta por “la terapia de shock” en Grecia o a la defensa de las mujeres indígenas de sus territorios, los autores hablan de pasión, coraje y sufrimiento. Para cerrar, el ensayo fotográfico captura en imágenes el abanico de emociones y diversidad de mujeres (y hombres) que asistieron al Foro de AWID.
Ninguno de estos temas será totalmente nuevo para los lectores de Development, que reconocerán en este número la continuidad de muchas preocupaciones abordadas en ediciones anteriores. Desde 2008, Development ha evaluado e interrogado la crisis económica, abordando conceptos como soberanía alimentaria, sustento sostenible, justicia climática, cosmovisión, Buen Vivir, acción ciudadana y economía ecológica. E incluso cuando muchas de las personas que colaboran con esas causas hablaron de igualdad de género y derechos de la mujer, fieles a nuestra línea editorial, creemos necesario profundizar la comprensión sobre las relaciones de poder vinculadas a las cuestiones de género y desarrollo. Como lo muestran acontecimientos muy recientes, los derechos de la mujer y la igualdad de género todavía corren peligro. Mientras escribo estas líneas, llegan los resultados de las elecciones egipcias. Mohamed Morsi de la Hermandad Musulmana logra su victoria con el apoyo de islamistas en Plaza Tahrir. Me pregunto qué sentirán las jóvenes egipcias que escuché en el Foro de AWID. Los resultados de la primavera árabe no han sido inclusivos con las mujeres que salieron a las calles hace 16 meses.
En estos días, también escribo mi conclusión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río+20, con referencias sobre su decepcionante y confuso final. Kumi Naidoo de Greenpeace lo calificó como una catástrofe. Y ciertamente, las mujeres que asistieron al encuentro terminaron consternadas. La declaración oficial titulada “El futuro que queremos”, que fue firmada por 190 países, sólo “recuerda” (no reconoce) la Declaración de Beijing en 1995. En tanto, toda referencia y apoyo a la sexualidad, los derechos y la salud reproductiva fue suprimida a pedido del Vaticano y los estados conservadores. Como resultado, los derechos de las mujeres retroceden veinte años.
Este tipo de pérdidas sobre los derechos de la mujer y las políticas corporales señalan que comprender la igualdad de género como un aspecto crucial es fundamental tanto para la democracia y el desarrollo de medios de vida sustentables, como para salud y el futuro de todas las personas. Es demasiado creer que el Foro de AWID y estos artículos logren por sí solos mantener la energía y la pasión que necesitamos para asegurar un futuro estable y seguro.
Las feministas y quienes defienden los derechos de las mujeres no pueden hacerlo por sí solas, aunque la canción de Annie Lennox y Aretha Franklin (Sisters Are Doin’ It For Themselves) prometa lo contrario. Necesitamos que todas las personas comprometidas con el desarrollo y la justicia económica y social estén informadas sobre los derechos de las mujeres en el contexto de los derechos económicos y sobre la real dimensión de la crisis actual en cuanto al clima, la alimentación, la energía y los cuidados. Las mujeres deben lidiar con los problemas económicos desde su experiencia y en su propio idioma para llevarlos a la mesa de discusión, y como dice Ghosh: las feministas deben participar activamente en la tarea urgente de encontrar alternativas.
La publicación contiene también distintas visiones y acercamientos de lo que se requiere para garantizar el diálogo, más allá del Foro de AWID, y lograr que la equidad de género sea parte de las futuras estrategias de los movimientos sociales, de las nuevas formas de la política del desarrollo y del cambio democrático. Los tweets, blogs y la comunicación inmediata a través de ‘Open Democracy’, los medios alternativos, la radio y la televisión masiva hicieron que los aspectos más destacados, las experiencias individuales de los pueblos y los mensajes substanciales llegaran rápidamente a miles de personas. Pero la construcción de alianzas requiere mucho más.
¿Cómo salir de la comodidad del Foro de AWID? No significa que estos foros no deban existir (especialmente los que están tan bien organizados, se llevan a cabo en siete idiomas y comprometen a personas tan diversas). En un mundo de difícil acceso para personas transgénero, trabajadoras sexuales, víctimas, personas con discapacidad, mujeres indígenas y trabajadoras domésticas, que luchan por sus derechos en muchos niveles, esos espacios son de vital importancia. Sin embargo, es preciso trabajar aún más para conectar ese tipo de encuentros y procesos con el fin de construir ámbitos abiertos e inclusivos: redes y caminos hacia la justicia económica. Las alianzas deben construirse sobre diálogos estratégicos, acciones conjuntas y compromisos políticos como fundamentos de una participación democrática real que confronte con nuestras injustas estructuras de poder económicas y sociales.
Comentarios